jueves, 17 de junio de 2010

La naturaleza de Von Trier


Mientras termino de ver Antichrist de Lars Von Trier, me tomo mi tiempo al levantarme del sofá, ir hacia el dvd, sacar la película y ponerla en su caja. No siempre me tomo mi tiempo luego de ver una película para poner los pies en la tierra de nuevo, pero con ésta, lo necesitaba. Necesitaba ordenar mis ideas, descifrar si en realidad la amé o la odié. Porque francamente, films como éste no te dan la facilidad de quedarte por algún lado de la mitad.

Llegué a Antichrist por curiosidad, curiosidad enfermiza, si quiero ser sincera. Había leído comentarios sobre su recepción en Cannes, en donde casi todo el auditorio donde la película fue proyectada la abucheó en señal de descontento. Estaba familiarizada con el director danés por lo que él llama sus trilogías cinematográficas, y a pesar de no haber visto una sola de las películas que componen la trilogía Europa, vi Breaking the waves, Los idiotas y Dancer in the Dark, las películas que hacen Golden Heart y Dogville, de la trilogía USA: Land of Opportunity. Y todas, y cada una de ellas fueron una revelación, a su momento, en mi manera de ver cine. No digo que sean mis películas favoritas, ni que sea mi director favorito, pero el pana sabe lo que hace, lo hace bien, y deja algo en la audiencia, como me dejó a mí.

Sabía que Von Trier era gráfico, ambicioso e innovador. Había sido también el guionista de Dear Wendy, una película que por su propia naturaleza desconcertantemente romántica, adoré. Y sabía, entonces, que Von Trier era de esos directores que siempre van a sorprender, ya sea para bien o para mal.


Antichrist salió hace más de un año en el Festival de Cannes del 2009. Lo primero que escuché fueron todos los malos reviews que recibió. Leí que la película era “excesiva” y que Von Trier se había defendido ante tales comentarios diciendo simplemente “soy el mejor director del mundo”, y punto.

Digan lo que digan, un tipo con semejante ego y obvio talento no puede dejarse pasar por alto. Tenía que ver Antichrist. La compré hace algunos meses ya, pero a diferencia del resto de gente, para mí no se convirtió en obsesión y me olvidé de ella. Tal vez porque no quería verme obligada a tomar una posición, la dejé descansar en el estante y no me di mi tiempo para verla. Hasta hoy.

La peli se divide en un prólogo, cuatro capítulos y un epílogo. Trata sobre una pareja, extraordinariamente interpretada por Willem Dafoe y Charlotte Gainsbourg (la actriz that had me at hello en I’m not there), quienes tras la muerte de su hijo se encierran en una cabaña en el bosque para lidiar con su luto. La premisa es simple: depresión y culpa. La composición artística es fantásticamente bella. La realización, técnicamente hablando, es un éxito indudable. La controversia, sin embargo, recae en el trasfondo moral. Sexo gráfico en extremo y exceso, mutilación genital, sadismo, la naturaleza del mal desde una visión misógina, y un zorro parlante que nos dice que el caos reina.


No es fácil de ver, seguro. Pero toda su estructura y belleza visual te enganchan desde el comienzo. Un comienzo que da más o menos la pauta de lo que será el resto, o al menos eso te imaginas ingenuamente. Sexo y muerte, de eso se compone el prólogo. El primer capítulo, es el retiro al Edén. Un Edén que está simbolizado por el bosque, y que al final, se convertirá en el infierno.

Aquí, la relación entre la pareja ha mutado, ya no son esposo-esposa, ahora son terapeuta-paciente. Una de las muchas contradicciones de la película es que las cosas se ponen de verdad mal cuando Gainsbourg, quien en los créditos es simplemente She, asegura estar “curada” de la depresión y el desequilibrio emocional que sufre en un inicio.

Los dos siguientes capítulos son caos y desesperación. Más sexo y más muerte. Y en el epílogo, la misma hermosa composición en blanco y negro del prólogo con un desenlace que te deja en leve confusión. Antichrist puede ser de todo menos pendeja, pero la exuberancia de los elementos que la componen dejan expuesta la arrogancia de su realizador. No me tomen a mal, luego de un rato de pensar en ello, me puse del lado de los que amaron la película en vez de repudiarla. Pero la ambición de Von Trier es demasiada y puedo decir con seguridad, que el resultado no es la más grandiosa obra de arte jamás creada dentro del cine experimental, pero es un buen intento.


Muchos la llamaron un producto pornográfico. Sí, la verdad pienso que el sexo en la película puede en ocasiones estar fuera de contexto y ser innecesario, pero no es pornografía. Nunca. Es un trabajo artístico impecable. Y sí, todo su contenido te deja rascándote la cabeza al final, pero ese es el punto de este film ¿no? Todas sus bases están en su complejidad, iría contra su propia naturaleza acabar dejándolo todo claro.

Se dice mucho sobre los tópicos de la película y su propósito, pero hay que reconocer, dejando de lado mucha de la polémica bs que ésta ocasionó, que la construcción de los personajes es muy cercana a la perfección y con ayuda de una de las actuaciones más espectaculares que jamás he visto por parte de Gainsbourg, sientes lo que los personajes sienten. Y cualquier película que te haga sentir, es un éxito para mí, porque ese es el propósito de quien hace cine, provocar emociones.

Von Trier es de los directores más polarizantes de los últimos tiempos y cada quien tiene una opinión propia sobre sus películas. Ésta es solo la mía. Así que los invito a verla y hacerse sus propias opiniones sobre Antichrist. Algo que sí les puedo decir es que les dejará algo, sin duda. Pero recuerden, it’s just one girl’s opinion.


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